sábado, 27 de noviembre de 2010

La carrera en el aeropuerto mereció la pena...

Hoy pensaba contaros un poco qué tal nos fue el viaje (de casi 24 h) desde Katmandú hasta Krabi, en Tailandia, pero paso. Recordadme para otra entrada que os hable del atestado aeropuerto de Katmandú, de las camas/sillones con despertador del aeropuerto de Delhi, de la odisea de comprar unos putos McNuggets (casi hora y media), y de que casi perdemos el tercer vuelo (sí, tercero en 15 horas) de Bangkok a Phuket. Pero eso, que de momento lo dejo para otro día porque hoy quiero hablaros de Tailandia.
 
Felicidad absoluta cuando nos subimos al avión. Además, incluso era bonito por dentro, ¡los asientos eran de colorines!
 

Y es que nos hemos enamorado. Desde el primer momento en el que supimos que por una vez íbamos a tener suerte y no perdíamos ese avión, ha ido todo como la seda. El aterrizaje en Phuket (sí, donde el tsunami de diciembre de 2004, aunque está todo totalmente reconstruido y no se nota nada) fue impresionante, parecía que íbamos a acabar en la misma playa.
Aterrizando, podeis ver el ala del avión y todo...
El tiempo está siendo perfecto, todo el día con sol y unos 32 graditos (sólo se siente calor al sol, a la sombra se está de pistón), y a eso de las 4 o las 5 de la tarde (ya casi la hora de cenar, aquí amanece sobre las 6) cae un chaparrón, visto y no visto, y se queda un fresquito en el ambiente majísimo (y despegan los mosquitos, que como te descuides se te meriendan). Además, súper importante para nosotros, podemos ir solos tranquilamente, nos podemos organizar sin ayuda de un autóctono, porque las cosas están bien organizadas. Si quieres coger un bus, preguntas, te indican (precio fijo, nada de regateos), esperas y cuando llega el bus, te subes. Y ya estáaaa… No problem, my friend.

Entrando en detalles, el jueves llegamos a Krabi, a un par de horas de Phuket (por lo que se ve, Phukhet está demasiado masificado, así que preferimos saltárnoslo). Hoy os voy a ir detallando un poco más alojamientos y precios, porque de momento os recomendamos todo en lo que hemos estado. En Krabi, enfrente del hotel (www.citykrabi.com, 17.5 euros la noche con A/C y wifi en la habitación), hay un mercado nocturno que consiste en unos puestecillos de comida ya hecha. A simple vista no nos llamó mucho la atención, pero cuando empezamos a probar algo ya no pudimos parar y nos pusimos hasta arriba por cuatro euros entre los dos. Y nada de comida rara: pollo empanado frito, salchichas, panceta, pescado, fruta… mmm…
Para que os hagais una idea, los precios son bahts, y 40 bahts = 1€
 

Al día siguiente fuimos en minivan (6 euros cada uno) hasta Koh Lanta, una isla que está a hora y media de Krabi: ¡¡por fin playita!! El viaje, muy entretenido, incluye desplazamiento en dos ferrys y todo, jejeje… Koh Lanta es alargado y tiene toda una costa dedicada al turismo, pero sin ser un Salou todavía. Nuestro hotel (www.lantathiphouse.com, 25 euros, A/C y wifi en la habitación) súper bien, la mujer muy agradable, nos recibió con zumo y todo, la comida súper buena (aunque aquí todo lo que como me encanta), la habitación muy limpia… La única pega es que está como a diez minutos de la playa. Y claro, cuando fuimos esa tarde a ver el mar, y nos dimos cuenta de que la playa estaba llena de bungalows, decidimos buscar algo más cerquita. 
La perrita del hotel Thip. ¿Has visto, tía? Es como Leno :) te la dedico con mucho cariño, porque cada vez que la acariciaba me acordaba de ti :)
 

La playa en esta zona es genial, no hay NADIE (cosa que no entendemos muy bien, porque como digo hay un montón de bungalows), y el agua, además de ser súper clarita, está templada y todo :) Los atardeceres son impresionantes, nunca antes había visto algo así. La marea se retira, dejando al descubierto las piedras, y el cielo se vuelve naranja, rosa, lila… hasta que se apaga del todo. Impresionante.
El atardecer que nos encontramos el primer día

Ayer estuvimos dando un paseo por la playa, buscando hotel, y al final nos vamos a quedar cuatro noches más, desde hoy, en uno con piscina, bungalow de cemento (y es que aquí muchos son de madera, a lo Tarzán, y aislar, lo que se dice aislar, aíslan poco), aire acondicionado y, por supuesto, a pie de playa, por 18 euros la noche. Genial. Os dejo el link (pero no os fieis mucho de las fotos, son claramente mejorables): www.lantarivieraresort.com.
Ya que reservábamos para varias noches, quisimos probar la comida, jijiji... Buenísimo (por supuesto), baratísimo (como siempre), en primera linea y sin nadie en la playa :D
 

A la vuelta, nos paramos en un sitio donde hacían masajes (en la playa, claro, y tienes un puesto de esos cada 50 m) y nos estuvieron haciendo un masaje Thai durante una hora por seis euros a cada uno, ¡esto es vida! El masaje Thai consiste en emplear todas las partes del cuerpo prácticamente (manos, pies, rodillas, codos, antebrazos…) para hacer presión sobre según qué puntos de tu cuerpo:  tú estás tumbado, y ellas te hacen adoptar posturas imposibles (hubo un momento que tenía mi rodilla derecha sobre mi hombro izquierdo, y a ella medio saltando encima de mí para hacer fuerza). Al finalizar, un té, cortesía de la casa. Y todo sonrisas continuamente, se respira un buen humor inmejorable, a mí hasta me peinó y todo, me quitó mi eterna coleta, y me hizo un recogido con una trenza, un par de gomas más… no sé, pero quedó muy apañado :)
Ahí nos dejaron como nuevos. Se ve a la que me hizo el masaje y todo :)

Y bueno, nos hemos tirado del todo a la piscina y mañana empezamos un curso de submarinismo de tres días que nos dará un título internacional con el cual podremos bucear (con instructor, eso sí) hasta una profundidad de 18 m. Para el que sepa de esto, es el open water. Al que se lo esté pensando, es una muy buena opción, porque aprender en estas aguas no tiene precio (y para todo lo demás, Mastercard, que es con lo que lo pagaremos, jajaja).

Además, hoy, para ir cogiendo soltura, hemos hecho una excursión a las islas Phi Phi (todo el día, traslados desde el hotel y comida incluidos, 25 euros por persona), y hemos hecho snorkel (lo de estar con las gafas y el tubico). Genial, lo de estas aguas es una pasada. Estábamos todo el rato rodeados de peces, casi parecía que los podías tocar (parecía, porque yo lo he intentado varias veces y no se han dejado, jeje…). Luego nos han llevado a la playa en la que se rodó The Beach, de Leonardo di Caprio (sobran las palabras, aunque había bastante más gente que en nuestra playa de Koh Lanta). También hemos estado en una playita llena de monos, y en Ton Sai, que está lleno  de resorts más lujosos, y un poco más masificado. Os pongo todas las fotos junticas :)

Jorge haciendo snorkel (¿habéis visto el color del agua?)
 
En la playa del di Caprio. Hemos llegado en una barquita de esas que se ven, tan mona...

Esta playa resultó arrasada tras el tsunami, así que hay carteles indicando hacia dónde tienes que correr en caso de necesidad...
No ponemos fotos de monos, que en Katmandú ya pusimos bastantes. Pero, ¿a que es gracioso el cartel? Padre de Familia triunfa hasta por estas tierras...

Y de momento aquí os dejamos, mañana domingo empezamos el submarinismo, a ver qué tal se nos da (yo voy un poco acojonadilla, pero en fin…)

Besos para todos,
Ingrid

2 comentarios:

  1. Ingrid, me meto todos los días a ver vuestro blog aunque no escriba desde hace un tiempo. No he comentado más cosas por la consabida falta de tiempo, PERO QUE SEPAS QUE LA ENVIDIA ME CORROE TANTO QUE AHORA MISMO PAREZCO EL INCREÍBLE HULK jejejeje. Me alegro de que, a pesar del arranque accidentado, os está yendo en líneas generales muy bien. Espero que siga así. Disfrutad del viaje.
    Besicos y abrazos

    ResponderEliminar
  2. Muchos animos con ese open water, ya vereis como os encanta!! Besos a los dos!

    ResponderEliminar