lunes, 13 de diciembre de 2010

De ríos, murallas y guerreros

当我们终于成功地跳过中国审查, huy, perdón, es la costumbre. Decía que, como hemos conseguido saltarnos la censura china, seguimos contándoos nuestras aventuras, aunque nadie nos deje comentarios últimamente…

Ingrid os dejó en el autobús camino de Yangshuo y, al llegar, antes de bajarnos, una horda de mujeres chinas con gorra, (y gritando, para no variar) se agolparon en la puerta delantera sin dejar prácticamente sitio para bajar. Lo que pretendían era venderte alojamiento, excursiones…etc. La verdad es que en este pueblo, que en verano debe estar sobresaturado de turistas, son bastante insistentes con el tema, lo cual corroboro con dos anécdotas:
Por un lado, una china (de las de la gorra), tras intentar vendernos un billete de autobús que no necesitábamos, decidió seguirnos por la calle, igualico que en las pelis, hasta que, harto de la situación, me pegué a un palmo de su nuca y empecé a seguirla yo. La mujer se reía porque no entendía nada, pero dejó de seguirnos.
Esa misma noche, una señora con su pequeñín de 5 ó 6 años, empezó a pedirnos dinero para que su hijo pudiera comer. Yo, tras ver que el chaval estaba un pelín orondo, y que no vestían nada mal, le cogí de los cachetes y le dije a la señora que el mozo estaba bastante lustroso. El niño se reía, a la madre ni puta gracia porque no entendía nada. Pero también se fueron.

Eso sí, por timar, timan hasta en las galletas del super

¿Véis alguna diferencia?

Aparte de eso, en Yangshuo, que es un pueblo encantador, decidimos hacer lo  mismo que todo el mundo, pasear por el río Li en barca. A lo largo del recorrido por este tranquilo valle, se pueden apreciar unas curiosas y bonitas formaciones rocosas como estas



Al día siguiente, nos alquilamos unas bicis (música ambiente: http://www.youtube.com/watch?v=epgyu_2QieE&feature=related) y nos fuimos a dar otro tranquilo paseo por el río, que se convirtió en una “megarruta” en la cual juntamos dos circuitos que, teóricamente, deberían habernos costado unas 7 horas y los terminamos en 4 ¡ole, ole y ole! y eso que nos perdimos e Ingrid tuvo que preguntar a la gente dónde estábamos. Lo curioso era que ni ellos mismos lo sabían.

Menudo espectáculo ¡ni se ubicaban en el mapa!

Ahora soy yo el que trata de ubicarse

Desde el puente del dragón (siglo XV)
Celebrando la gesta con mojitos y gin-tonics

Al día siguiente, antes de irnos hacia Xian, comimos en un pequeño restaurante del pueblo. Mientras esperábamos la comida, apareció una rata por el comedor que hizo que Ingrid se pusiera muuuuy contenta. Cuando conseguí bajarla de la mesa, se lo comenté a la camarera, y ella me decía: “mouse, mouse”; ¿Mouse? ¡Mis cojones,! que era del tamaño de mi muslo. ¡Coño, chino no sabré, pero diferenciar un ratón de una rata, sí!

Ya en el aeropuerto, aprendimos tres curiosas costumbres de los chinos:

1.    Pasan de hacer fila, se cuelan y siempre van con prisa
2.    Son unas marujas cojonudas
3.    Son bastante guarros (al menos algunos)


Lo primero llega a poner de mala hostia. Estábamos en el mostrador de facturación cuando, en el puesto de al lado, se puso una señorita y nos dijo que pasáramos en orden de fila. Pues no sé cómo, empezaron a correr con los carros empujando hasta pasar delante. Así que, en un perfecto aragonés con tacos, les mandé a tomar por el orto a todos. Una vez más me miraron con cara rara, pero me quedé más ancho que largo. Y es que eso de que no entiendan nada de lo que dices, y además les haga gracia (aunque les estés insultando a grito pelado ¿pensarán que son jotas?), tiene su puntito. A la hora de comprar cosas en las ventanillas, ya me lo he aprendido y, cuando se ponen al lado para meter el dinero mientras piden y se cuelan, me giro, les pego un culetazo y pido antes. Allá donde fueres…

Lo del marujeo viene porque, para hacer tiempo en el aeropuerto, decidimos echar unos cotos al guiñote (por cierto, no juguéis nunca con Ingrid, canta algo en todas las partidas) y los chinos se acercaban a mirar qué hacíamos, pero hasta quedarse a la altura de nuestra cara. Imaginad la escena: yo jugando con Ingrid. Veo que se descojona. No entiendo nada. ¡¡¡Y resulta que tengo a un chino a punto de darme un beso en la mejilla!!! Además, cuando te miran extrañados por ser occidental, no apartan la mirada hasta que tú se la mantienes un rato y saludas. Ellos contestan, se ríen y se van, en fin…

Y lo último es simplemente porque se pasan el día escupiendo. Siempre. En todas partes. En el aeropuerto, en el autobús, en las papeleras…

Concentración total. Escribiendo la dirección del hotel en el papel

El viernes por la noche llegamos a Xian. Sin correr, en hora y con las maletas en condiciones. Xian es una ciudad algo más fresca (0ºC), pero que se toleran perfectamente porque no conocen el cierzo. Por la mañana nos fuimos de paseo por otro de esos fantásticos mercadillos callejeros donde se mezclan las comidas más variopintas con todo aquello que se pueda vender. Y por supuesto, barato.

Brocheta de huevos fritos de codorniz (o de algo pequeño)

Corazones de ternera (o de algo grande). No, de esto no comimos

Brochetas de carne

Para bajar la comida, nos fuimos a visitar la muralla que rodea la parte céntrica de la ciudad. Por su parte superior, se puede circunvalar por completo caminando o, en nuestro caso, alquilando una bici. ¡Menuda ilusión cuando vimos que había tándems!

Hasta samuráis tienen para ambientar

Al principio fue gracioso. Nos costaba arrancar, Ingrid pegaba grititos (bueno, chillaba como una mona en celo) porque se asustaba, y paseábamos como dos enamorados por la muralla. Total, teníamos más de hora y media para dar toda la vuelta, así que le podíamos dar hasta dos… ¡los cojones! Cuando al girar la primera esquina de la rectangular muralla no conseguíamos ver la esquina siguiente, empezamos a asustarnos un poco. Tras 13 kilómetros de empedrada muralla (sí, 13), con el culo como la bandera de Japón y sudando como pollos, nos esforzábamos por hacer el último kilómetro a tiempo para no pagar penalización ¡angelicos!

Más que una muralla, parece el Pº Independencia

Por la noche, a comer dumplings, que son como raviolis del tamaño de un puño para recobrar las fuerzas e ir al día siguiente a ver los famosos guerreros de Xian.

Dedicada a Sara ¡FELICIDADES! y Albert. Gracias chicos

Para los que no los conozcáis, os dejo un enlace: http://es.wikipedia.org/wiki/Guerreros_de_terracota

La verdad es que nos han dejado un poco fríos, porque todavía están desenterrando gran parte de los guerreros y nos esperábamos algo más impresionante. Además, se ven desde arriba, con lo cual pierden bastante, pero imaginar cómo debía ser el ejército al completo, sobrecoge.

Tía Rosa, esta va por ti



No hay dos guerreros iguales y, originalmente, estaban todos pintados por completo pero, al desenterrarlos, descubrieron que la pintura se descomponía en cinco horas. No entendemos cómo no pudieron darse cuenta de eso hace 2300 años (modo ironía ON), cuando recubrían las armas de los guerreros con aleaciones de metales de 3 micras de grosor, que les han permitido llegar hasta el día de hoy brillantes y como nuevas. Esa técnica, no se descubrió en occidente hasta hace 50 años… ¡Jodo petaca con los chinos!

Como veis, muchos están mancos y/o decapitados, y eso es porque estas partes se ensamblaban a posteriori.
Zona de trabajo, y nosotros haciendo caso omiso
Montar estos puzzles es ¡exacto! un trabajo de chinos jejeje

Yo, por mi parte, curioseando en libros de medicina china, he descubierto que las infecciones de orina no se deben a una bacteria que se elimina fácilmente con antibióticos (el famoso Monurol® entre otros), sino a un edema del Yang que hay que contrarrestar reajustando el Yin. A la cama no te irás…

Y de momento poco más. China está resultando un país curioso, pero agradable y sonriente. Mañana comenzamos con la primera de las dos “superciudades”, Beijing. 22 millones de habitantes y temperaturas bajo cero nos esperan. Hasta la próxima entrada os deseamos unas felices compras prenavideñas.

¡Ah! Y toda esta comida por 4,5 euros

Zàijiàn! (leído dsáidchién, que significa ¡adiós!)

Jorge

8 comentarios:

  1. Comentamos poco, pero os leemos siempre... pasadlo genial!!!
    Lo de las colas ya me lo habían contado... jajaja!!! y también que no esperes a que se ponga el semáforo en verde para cruzar... cuidadito en Beijing!!!!
    Beeesosss
    Elena - Neumo

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  2. ¡Muchas gracias! Es que sois nuestro aliciente para seguir escribiendo y, cuando vemos que no hay comentarios, nos da un poco de pena. Pero sabiéndolo, seguiremos al pie del cañón.
    Por cierto, después de cruzar las calles de Delhi entre los coches, los chinos nos parecen amables y prudentes conductores jejeje
    Un besico

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  3. Buenas tardes pareja!! estoy con elena, que aunque no comentemos todas las entradas, os seguimos leyendo, no hay dia en que no actualize dos o tres veces para si hay nuevas entradas y ademas estais en favoritos!! je je je
    Lo de als bicicletas tandem, no les vendrian mal unas rueditas al principio (lo digo por experiencia, je je)
    Animo con Beijing, que despues de todo lo que habeis vivido y contado, será como desemvolverse por el actur!! je je
    un abrazo pareja

    Un mañico (de nombre Juan)

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  4. ¡Mañico!
    Pues vas a tener razón, ya nos movemos por Beijing como por Zaragoza, y es que, el metro, es un gran invento para las grandes ciudades. Eso sí, ya tenemos nuevas anécdotas para la próxima entrada en la que, posiblemente, pongamos ya tu foto...
    Un abrazo desde estas gélidas y lejanas tierras.

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  5. Hola, Hola!

    Acabo de descubrir vuestro blog a través del Facebook de Asun y Ricardo. Qué ilusión! Nosotros estuvimosn en China hace un año y pasamos por Yangshuo y Xi'an entre otros. Jajja, hace gracia ver que todos pasamos por lo mismo: chinos desubicados ante sus propios mapas, gente agolpándose para ofrecerte de todo, fotos que te hacen, escupitajos por doquier, censura en internet (y posterior regate de la misma), colas con chinos que se cuelan, timos, falsificaciones... jajaja

    Nosotros dejamos un blog a medias sobre China: http://viajeachina.wordpress.com/ pero el blog principal es www.losapuntesdelviajero.com

    Pues nada, os seguiremos a ver qué tal esas andanzas y tomaremos nota... porque creo que también estamos infectados por el virus de la vuelta al mundo.

    Abrazos!

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  6. Hola Pruden!! Pues si no recordamos mal, en tu blog entramos varias veces en su día para ir recopilando info acerca de China, porque nos suena muchísimo la dirección, así que muchas gracias!!

    Jajaja, así que también os pasó lo de que no se sabían ubicar en un mapa? Ja, y yo que pensaba que había sido un chino puntual, y resulta que también os ocurrió a vosotros, esta gente es la bomba!

    Muchas gracias por seguirnos, y ánimo si os decidís por dar la vuelta, realmente merece la pena :)

    Un abrazo!

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  7. Joer, cómo os estáis poniendo de ver mundo! Qué envidia!
    Y qué pasada lo de las galletas jajajaj me he reído un rato, estos chinos...

    Bueno, me voy a seguir leyendo las entradas más recientes que había estado bastante desconectado estas semanas, así que tengo una buena reserva! Genial!

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  8. Hola!! Pues fíjate, a nosotros no nos hizo ninguna gracia lo de las galletas, jajaja ;)

    Nos alegra saber de ti, este blog sin tus comentarios no es lo mismo :) Esperamos que estéis teniendo muy buenos días, y mucho apoyo para Marina, que le queda ya sólo la recta final.

    Besos y abrazos!

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